En cualquier viaje a Madrid una de las visitas imprescindibles es el Barrio de La Latina, uno de los mas históricos y carismáticos que puedes visitar en Madrid. Forma parte de la zona más antigua de la ciudad, el Madrid de los Austrias, y el número de monumentos, calles singulares y plazas con gran encanto que encontrarás es muy grande.
Mucha gente se pregunta de dónde viene el nombre del barrio. Pues se debe a Beatriz Galindo, consejera y maestra de Isabel la Católica. Fue su profesora de latín, por lo que recibió el sobrenombre de «La Latina». Y como ella fundó un hospital en el mismo lugar donde hoy se encuentra el Teatro de La Latina pues el barrio recibió el mismo nombre. ¿Lo sabías?
A partir de ahora vamos a hacer un recorrido por La Latina, uno de los mejores barrios que ver en Madrid para que no te pierdas nada. Si prefieres que te cuenten lo que ves, lo mejor que puedes hacer es este free tour por La Latina y Lavapiés donde además de este barrio también conocerás el barrio vecino de Lavapiés.
Qué ver en La Latina, uno de los barrios de Madrid
La Plaza de la Cebada y sus alrededores
Nuestro recorrido por La Latina comenzará en la Plaza de la Cebada, su centro neurálgico y donde se encuentra la estación de Metro de La Latina. Se trata de uno de los lugares más frecuentados de Madrid y donde siempre encontrarás un gran ambiente, gracias a las terrazas de los bares de tapas que se encuentran alrededor de ella y al Teatro de La Latina, uno de los más importantes de la ciudad.
También en este lugar encontramos el Mercado de la Cebada, uno de los mercados más grandes de Madrid, que data de 1958 aunque anteriormente había otro mercado construido en 1875 que a su vez había sustituido a otro del siglo XVI.
A muy pocos metros de la Plaza de la Cebada se encuentra otra de las pintorescas plazas que hay en el Barrio de La Latina. Se trata de la Plaza de Cascorro, también con un gran ambiente por sus terrazas y el lugar donde comienza El Rastro, el gran mercadillo que da vida al barrio todos los domingos.
En el centro se encuentra Eloy Gonzalo. Bueno, su estatua. Se trata de uno de los héroes de la Guerra de Cuba, a finales del siglo XIX, fundamental en la defensa de Cascorro, municipio cubano.
La Calle Toledo y la Puerta de Toledo
Bajando por la Calle Ribera de Curtidores puedes girar a la derecha por cualquiera de las calles para llegar hasta la Calle Toledo, una de las más concurridas del centro de Madrid donde se abren a tu paso numerosos bares y tiendas, algunos con una gran historia y con mucho encanto.
La Fuentecilla es uno de los puntos de interés de la Calle Toledo. Se trata de una pequeña fuente construida para conmemorar la vuelta a la ciudad de Fernando VII en el siglo XIX antes de llegar a la Iglesia de La Paloma y la Puerta de Toledo.
Se trata de un monumento que se comenzó a construir en 1812 para conmemorar la llegada de José Bonaparte al trono de España y que se terminó de construir en 1827 para celebrar su expulsión. Curiosa la historia de la Puerta de Toledo.
La Basílica de San Francisco el Grande y sus alrededores
Desde la Puerta de Toledo, desde donde se puede divisar el Puente de Toledo, giramos por la Gran Vía de San Francisco y nos dirigimos hasta uno de los lugares imprescindibles que visitar en Madrid. Pero antes volveremos a encontrarnos con la Iglesia de La Paloma y su característica fachada con dos torres.
Dejamos a una lado el Hospital de la VOT, el hospital más antiguo de Madrid, y llegamos a un pequeño parque con un encanto muy especial, situado en uno de los laterales de la Basílica de San Francisco el Grande. Hablamos de la Dalieda de San Francisco, que ahora ya no alberga dalias pero sí una gran colección de rosas, espectacular todas las primaveras. Es uno de los parques más singulares de la ciudad y merece una visita, tanto por sus flores como por la escultura «El Sueño de San Isidro» como las fantásticas vistas que se tienen desde allí.
Y por fin llegamos a la Basílica de San Francisco el Grande, uno de los templos religiosos más bonitos de Madrid. De su exterior hay que destacar su fachada y sus torres, pero sobre todo su gran cúpula, la tercera circular más grande de la cristiandad. Impresionante es, por supuesto, su interior, con las pinturas que podemos encontrar tanto en sus muros como en el interior de la cúpula. Una visita imprescindible en Madrid.
Las Vistillas y la Plaza de la Paja
Continuando nuestro camino hacia la Calle Bailén llegamos a otros jardines singulares que merecen una visita. Hablamos de Las Vistillas, muy famosos por las fiestas de La Paloma, en agosto, y también por las espectaculares vistas que se tienen desde estos jardines de la Catedral de la Almudena y del oeste de la ciudad. En Las Vistillas se encuentra la Estatua a La Violetera y en este entorno encontraremos también el famoso Corral de la Morería y el Seminario de Madrid.
Si nos volvemos a adentrar en las estrechas callejuelas que te llevan hasta el corazón de La Latina llegaremos a otra plaza muy singular, la Plaza de la Paja, una plaza con gran historia en Madrid ya que fue la sede de un gran mercado y el lugar donde vivían algunas de las principales familias nobiliarias de la historia madrileña.
Junto a la Plaza de la Paja se encuentra el Jardín del Príncipe de Anglona, un pequeñísimo jardín escondido tras un muro pero de una belleza extraordinaria por lo que su visita es imprescindible a pesar de que muchos madrileños desconocen que existe. Se encuentra en ese lugar desde el siglo XVIII y es realmente sorprendente.
De la Plaza de la Paja a la Plaza de los Carros
Seguimos callejeando y llegamos a la Iglesia de San Pedro el Viejo, uno de los pocos exponentes de arte mudéjar que podemos admirar en Madrid. Data del siglo XIV y su torre, escondida entre callejuelas, te sorprenderá.
Un poco más adelante encontramos la Plaza de la Puerta Cerrada, desde donde comienza la Cava Baja, una de las calles más populares de Madrid donde se encuentran infinidad de restaurantes donde degustar la típica comida de Madrid. Entre ellos destaca el famoso Casa Lucio. Más adelante llegamos a la Plaza de Puerta de Moros y su contigua Plaza de los Carros desde donde se puede admirar la Iglesia de San Andrés, que en realidad ya la hemos visto antes, desde atrás, en la Plaza de la Paja, donde además está la Capilla del Obispo.
A su lado se encuentra un edificio singular que fue vivienda de San Isidro. Actualmente alberga el Museo de los Orígenes, un museo dedicado al patrón de Madrid donde se puede conocer la historia de los orígenes de Madrid. En su interior se encuentra además el Pozo de los Milagros, que según la tradición fue el pozo donde cayó el hijo de San Isidro y este le salvó de morir ahogado haciendo subir las aguas.a Colegiata de San Isidro.
Para finalizar nuestro recorrido volveremos hasta la Plaza de la Cebada y caminaremos unos metros hacia el norte hasta encontrarnos con otra de las joyas arquitectónicas que encierra el Barrio de La Latina. Hablamos de la Colegiata de San Isidro, la que fuera catedral provisional de Madrid durante siglos hasta la consagración de la Catedral de la Almudena.
La Colegiata de San Isidro, del siglo XVII, posee un retablo sencillamente espectacular que merece la visita así como los restos de San Isidro y su mujer, Santa María de la Cabeza.
Así finaliza nuestro recorrido por el Barrio de La Latina, uno de los barrios con más solera de Madrid.
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