El Madrid de los Austrias tiene un encanto muy especial debido a la bonita arquitectura de sus edificios, la historia que se esconde tras cada calle y plaza, el ambiente que se vive en él y porque en él se encuentran casi todos los monumentos más importantes que visitar en Madrid.
El Madrid de los Austrias recibe este nombre por ser la zona de la ciudad que se hizo grande con el reinado de los Habsburgo iniciado en 1516 con Carlos I y que se extendió hasta 1700 siendo Felipe II el que trasladó la corte a Madrid.
Si decides dar un paseo por el Madrid de los Austrias, aquí tienes los principales puntos de interés de esta zona y un recorrido que podrás hacer para que no te pierdas ningún detalle.
Qué ver en el Madrid de los Austrias
La Calle Mayor
Nuestro recorrido por el Madrid de los Austrias puede comenzar en la Calle Mayor, una de las calles que parten de la Puerta del Sol y de las más históricas de la ciudad, donde durante siglos se concentraron los diferentes gremios de comerciantes que surgían en Madrid.
Los edificios de la Calle Mayor tienen un estilo señorial inconfundible y además tienen una gran importancia en la historia literaria de España ya que en uno de ellos nació Lope de Vega y en otro murió Calderón de la Barca.
En la Calle Mayor se produjo también, en 1906, un atentado contra el Rey Alfonso XIII, el día de su boda. En él murieron 25 personas y es el mayor atentado que ha sufrido la ciudad después del 11-M.
En la Calle Mayor de Madrid nos iremos encontrando con diferentes edificios de varios estilos como pueden ser la Casa de Ruiz Velasco, de estilo modernista y situada en el número 5 o el Edificio de la Compañía Colonial, también modernista en el número 16. Destaca también el Palacio de los Abrantes, de estilo barroco y que en la actualidad la sede del Instituto Italiano de Cultura.
Justo al final de la calle encontramos el Palacio de los Consejos, sede del Consejo de Estado, una institución que data de la época de Carlos I.
A su lado se encuentra la Iglesia del Sacramento, también conocida como Catedral Castrense, propiedad del Ministerio de Defensa y de estilo barroco. En ella se celebran actos relacionados con las Fuerzas Armadas. Pero antes de llegar hasta este punto nos tendremos que fijar en varios puntos de interés, algunos imprescindibles y de lo mejor que ver en el Madrid de los Austrias. Los detallamos en los siguientes apartados.
La Plaza Mayor de Madrid
Para acceder a la Plaza Mayor desde la Calle Mayor tenemos varias calles. Una de ellas es la Calle Postas, donde se encuentra la Posada del Peine, considerada una de las posadas más antiguas de España, y también varios comercios centenarios aunque poco a poco van siendo sustituidos por otros más modernos. Sin duda, una de las calles más castizas.
La Plaza Mayor de Madrid es una de las principales plazas de la ciudad desde hace 400 años y es una plaza porticada rectangular formada por 237 balcones. Data de finales del siglo XVI y ha sido testigo de numerosos acontecimientos como bodas reales, autos de fe o corridas de toros.
Sus bonitos edificios definen a la perfección la arquitectura del Madrid de los Austrias y es un lugar perfecto para perderse y disfrutar del centro de Madrid.
El color rojo de las casas porticadas y abuhardilladas se ve interrumpido por la Casa de la Panadería y la Casa de la Carnicería, una enfrentada a la otra y ambas coronadas por dos torres en sus extremos que las hace inconfundibles. Destaca también el Arco de Cuchilleros, una de las 9 entradas a la plaza y la Estatua Ecuestre de Felipe II, situada en el centro.
La Plaza Mayor ha sido destruida varias veces por diferentes incendios y hoy en día es un lugar lleno de vida donde destacan las terrazas de los restaurantes que rodean la plaza y por el mercado que se instala en ella todos los años en Navidad.
El Mercado de San Miguel
Saliendo de la Calle Mayor por la Calle Ciudad Rodrigo, o por el Arco de Cuchilleros para posteriormente subir por otra de las calles más castizas de Madrid como es la Cava de San Miguel llegamos a una de las atracciones de la ciudad que más éxito ha alcanzado en los últimos años.
Se trata del Mercado de San Miguel, un antiguo mercado situado en un edificio de hierro que fue levantado en 1916 y que tuvo una gran importancia en la zona. Actualmente es un referente culinario gourmet de la capital gracias a los bares y puestos de comida y bebida que atraen a numerosos visitantes.
Además, también sigue funcionando como mercado tradicional ya que hay algunos puestos de carnes, pescados, frutas y verduras, que se alternan con una función mucho más contemporánea.
La Plaza de la Villa
Volviendo a la Calle Mayor y caminando por ella llegamos hasta la Plaza de la Villa, una plaza muy pequeña pero en la que podemos ver interesantes edificios. La Plaza de la Villa se llama así desde el siglo XV cuando la ciudad de Madrid recibió el título de Noble y Leal Villa.
El principal edificio que podemos ver en esta plaza es la Casa de la Villa, la que fuera sede del Ayuntamiento de Madrid durante siglos desde 1693 y hasta su traslado oficial al Palacio de Cibeles. En cualquier caso, los plenos se siguen celebrando aquí.
El resto de lugares de interés que podemos ver en la Plaza de la Villa son la Casa y Torre de Lujanes, de estilo gótico-mudéjar y en la que destacan los escudos de la familia de los Lujanes, la Casa de Cisneros, de estilo plateresco y construida en el siglo XVI y el Monumento a Baztán que se encuentra en el centro de la plaza desde 1891.
La Catedral de la Almudena
Al llegar al final de la Calle Mayor ya podemos observar otro de los grandes monumentos que visitar en Madrid. Uno de los imprescindibles. Hablamos de la Catedral de la Almudena, la única catedral española que ha sido consagrada por un Papa tras la visita de Juan Pablo II en 1982.
La Catedral de la Almudena es de estilo neoclásico y es bastante moderna ya que fue construida entre los siglos XIX y XX por lo que el gris de su fachada contrasta con el de otras catedrales españolas. De su exterior debemos destacar su gran cúpula en la que se encuentran las estatuas de los 12 apóstoles y a la que además podrás subir para tener unas grandes vistas de Madrid.
De su interior hay que destacar el Altar Mayor y el retablo donde se encuentra la Virgen de la Almudena, la patrona de Madrid. También merece la atención la cripta neorrománica que se encuentra en un lateral al comienzo de la Cuesta de la Vega, probablemente el lugar más impresionante de la catedral gracias a su bosque de 400 columnas.
Rodeando la Catedral de la Almudena llegaremos hasta la Plaza de la Armería donde se encuentra su fachada principal formada por 2 grandes torres y las estatuas que representan a los 4 patrones de Madrid. Como curiosidad hay que decir que esta fachada se encuentra orientada al norte en lugar de al oeste como ocurre en el resto de catedrales españolas. El motivo se encuentra en la armonía que se buscaba en el conjunto arquitectónico que forma con nuestros siguiente punto de interés.
El Palacio Real de Madrid
El otro edificio que forma ese conjunto arquitectónico espectacular es el Palacio Real de Madrid, el monumento más visitado de la ciudad y de visita imprescindible. Se trata del lugar donde estaba la residencia de los Reyes que dan nombre al barrio histórico que estamos recorriendo.
En realidad en el actual Palacio Real de Madrid no vivió ninguno de los Austrias ya que la residencia estaba en el Real Alcázar, situado en el mismo lugar hasta que se incendió en 1734 y se decidió construir el actual ya en época de los Borbones. El primer rey que vivió en él fue Carlos III y el último fue Alfonso XIII ya que tanto Juan Carlos I como el actual Felipe VI decidieron vivir en el Palacio de la Zarzuela.
Del exterior del Palacio Real de Madrid hay que destacar cada una de las fachadas, formadas por grandes pilares y coronadas por estatuas que representan diferentes reyes de la historia de España. De su interior, de casi 3000 habitaciones, se puede visitar una parte representativa del palacio con salas tan increíbles como el Salón del Trono o el Salón de Columnas, donde se celebran en la actualidad las recepciones oficiales.
No te pierdas tampoco la Farmacia Real, donde se encuentra recreado un laboratorio, o la Armería Real, una colección increíble de armas, escudos y armaduras que te dejará sin habla. Y por supuesto, sus jardines, a los que iremos más tarde.
La mejor forma de conocerlo es hacer esta visita guiada al Palacio Real en la que te contarán todos sus secretos, visitarás sus estancias y no te perderás nada de este maravilloso lugar.
La Plaza de Oriente y el Teatro Real
Si continuamos bordeando el Palacio Real admirando su fachada llegaremos a una de las plazas más bonitas del Madrid de los Austrias donde tenemos varios atractivos muy interesantes. Hablamos de la Plaza de Oriente, construida en 1844.
Desde la Plaza de Oriente podemos admirar la fachada oeste del Palacio Real, donde también podemos disfrutar de un cambio de guardia que se celebra los miércoles, así como la fachada posterior del Teatro Real, el templo de la ópera fundado en 1850 y que fue remodelado a finales del siglo XX tras estar varias décadas cerrado adquiriendo su aspecto actual.
De la Plaza de Oriente debemos destacar sus jardines centrales, que se encuentra dispuestos alrededor del Monumento de Felipe IV formado por dos fuentes sobre las cuáles se levanta sobre un pedestal una estatua del monarca.
Junto al monumento podemos ver dos hileras de estatuas que representan a reyes visigodos y de los primeros reyes cristianos de la Reconquista. Como curiosidad, destacar que estas estatuas se construyeron para decorar la parte superior del Palacio Real pero se decidió que se instalaran en la plaza ya que se temía que la cubierta del palacio no resistiera.
Desde allí podemos rodear el Teatro Real para llegar hasta su fachada principal, situada en la Plaza de Isabel II, conocida por los madrileños como la Plaza de Ópera, donde se encuentra una estatua de Isabel II y el Museo de los Caños del Peral, situado dentro de la estación de Metro.
Si estás en esta zona por la noche te recomendamos que hagas este free tour nocturno por Madrid, que parte de la Plaza de Oriente.
El Monasterio de la Encarnación
Continuamos caminando por la Calle Arrieta, junto a la fachada del Teatro Real para llegar hasta la Plaza de la Encarnación, donde además de una estatua de Lope de Vega se encuentra el Real Monasterio de la Encarnación.
El Monasterio de la Encarnación, que es un convento de monjas agustinas recoletas, es uno de los monasterios reales de Madrid, junto al Monasterio de las Descalzas Reales, y alberga una de las colecciones de arte más importantes de la ciudad. Fue construido en 1616 por orden de Margarita de Austria, reina consorte de España por ser la esposa de Felipe III.
Del edificio debemos destacar su iglesia, además de sus grandiosas obras de arte. También hay que destacar la Reliquia de San Pantaleón, cuya sangre se licua cada 27 de julio. Nadie sabe cómo ocurre este milagro pero esperemos que siga ocurriendo mucho tiempo porque dice la leyenda que el día que deje de hacerlo se producirán grandes catástrofes.
El Palacio del Senado
A pocos metros se encuentra la Plaza de la Marina Española, donde se encuentra el Palacio del Senado, sede de la Cámara Alta de las Cortes Españolas.
El Palacio del Senado data del siglo XVI y formaba parte del complejo del Monasterio de la Encarnación siendo un colegio de los más importantes de la ciudad y donde había importantes obras de arte de El Greco.
El edificio ha sido sede de diferentes órganos políticos desde el siglo XIX hasta que en 1979 comenzó a ser sede del Senado de España, institución que lo ocupa hoy en día.
Junto al Palacio del Senado se encuentra otro edifico muy importante en la historia de Madrid, como es el Palacio de Godoy, que fue la residencia de Manuel Godoy, secretario de estado de Carlos IV.
Los Jardines de Sabatini y del Campo del Moro
Ya hemos hablado antes de los jardines del Palacio Real y ahora toca visitarlos para finalizar nuestro intenso recorrido por el Madrid de los Austrias.
Los primeros que vamos a visitar son los Jardines de Sabatini, situados junto a la fachada norte del Palacio Real y continuación de la Plaza de España. Fueron construidos en la década de 1930 durante la II República en el lugar donde se encontraban las Reales Caballerizas. Son de estilo neoclásico y destacan por su arbolado, sus estatuas y sus fuentes.
Pero los jardines más espectaculares son los del Campo del Moro a los que accederemos descendiendo por la Cuesta de San Vicente y girando a la izquierda por el Paseo Virgen del Puerto. Fueron construidos salvando un gran desnivel que había en la parte oeste del Palacio Real y recorrerlos es una de las mejores experiencias que puedes tener en el Madrid de los Austrias.
Nada más entrar por su puerta, tendrás frente a ti una de las mejores imágenes del Palacio Real con una gran explanada de hierba bajo su fachada en la que destaca la Fuente de las Conchas, situada en el centro. Desde allí deberías caminar por todos sus rincones como el Paseo de los Plátanos, de estilo romántico.
También encontrarás pequeñas casitas como el Chalecito de la Reina o el Chalé del Corcho, construidas de madera, así como el Museo de Carruajes. En el Campo del Moro encontrarás incluso pavos reales. Una forma muy relajante de finalizar nuestro recorrido por el Madrid de los Austrias.
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